El círculo continúa: Reflexiones sobre el ir y venir de una canción.

El día de hoy me encontraba leyendo algunos artículos, reseñas e impresiones sobre el fin de un programa de radio español que tenía alrededor de 18 años al aire. Este programa se llamaba El Ambigú y era transmitido por Radio 3 en la Radio Nacional de España (RNE) y conducido por Diego A. Manrique.

Ante el hecho de que dicho programa terminara, las respuestas no se hicieron esperar: críticos musicales de La Vanguardia, El País, etc. etc. etc. mostraron su desacuerdo y lanzaron su reconocimiento a quien durante muchos años tuvo en su labor difundir la música que no podría sonar en el resto del cuadrante. El mismo Santiago Auseron dijo: “junto con una seria preocupación por el devenir de nuestra cultura, musical y general, tan amenazado e incierto, Radio 3 debe reconsiderar su decisión, o nosotros habremos de ponernos más activos, aumentar la presión por todos los medios”. Esto me hizo pensar en nuestra ciudad. ¿Qué no deberíamos nosotros presionar por todos los medios, no la incursión de algún programa en la radio, sino le inclusión de contenidos de calidad en esta?

En una declaración del mismo Diego Manrique dice: "De principio, lo he interiorizado como una monstruosa injusticia y me ha quitado la energía necesaria para enfrentarme a un micro. Pero hoy mismo, cuando descubra un disco apasionante, voy a sentir el impulso de compartirlo y me dará un bajón tremendo al comprender que ya no tengo la forma de difundirlo y argumentarlo." Eso es pasión por la música sin mas.

Bueno, el hecho es que me encontraba leyendo esto en letras de Fernando Navarro y su blog “Ruta Norteamericana”, cuando a manera de reconocimiento hacía el programa El Ambigú, dejó este link con una canción de Swamp Dogg: Synthetic World.


Descubrimiento!!!!!! Jamás había escuchado a esta banda y mucho menos esta canción. Pero va mas allá de haberme hecho el día y haberme dado algo sobre qué escribir: me doy cuenta de el poder de la música, de su difusión y de todo aquel amante de ella. Es todo un circulo de poder (como diría Don Juan). Pongámoslo así: termina un programa de radio en España que se encargaba de difundir la música entre sus escuchas por medio de un locutor apasionado por esta misma. La pasión de este durante muchos años provocó la creación de otros programas y distintos espacios como el blog “Ruta Norteamericana”, de el periódico El País , creado por otro apasionado como lo es Fernando Navarro, quien a su vez, escribió la columna la cual fue leída por un servidor en Monterrey México y ahora yo me encargo de continuar la cadena mediante este blog.

El punto es que hoy descubrí algo nuevo para mi: Swamp Dogg y así es como funciona el circulo este de difundir la música a través del mundo. Seguramente el tema se escuchó en El Ambigú, de ahí que años después Fernando lo posteara en su blog y en consecuencia ahora yo lo posteo en el mío.

Bendita la fuerza de la música y la de todo aquel que la difunda. El círculo continua, aun no se ha cerrado, así que continúen posteando cualquier cosa que les haga sentir o pensar esta canción y veamos hasta donde llega esta botella con una canción dentro, soltada al mar de los oídos.